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amoresdecuartodehora

Una pastilla, dos pastillas, tres pastillas...

-Una pastilla, dos pastillas, tres pastillas...

Las sombras ya se están escapando de las paredes y el sol, aterrado, se esconde tras los árboles del parque. Las ratas, cucarachas e incluso las motas de polvo observan detenidas sin atreverse a moverse un ápice del suelo para no interrumpir la ceremonia.

- Cuatro pastillas, cinco pastillas, trago de whisky...

En la radio alquien canta aquello de Adiós mi España querida. Las noticias siguen aullando muerto disparados por los balcones. El calor se ha detenido y es imposible respirar la ausencia de tiempo.

- Seis pastillas, trago de whisky, raya de coca, siete pastillas...

Una foto con el marco y el cristal roto se tapa la cara para no ver el espectáculo repetido. Suena el teléfono y salta el contestador: "Hola cariño, llegaré tarde a casa... posiblemente no llegue hasta mañana... mucho trabajo, ya sabes".

- Ocho pastillas, nueve pastillas...

Una lágrima, la última, resbala por una mejilla dura y empapada por el sudor. Cae la botella de whisky y el estruendo retumba entre las paredes ya vacías y mugrientas espantando definitivamente a las últimas sombras que se aferraban a las paredes desde el balcón. Un brisade aire fresco, la última, y en la radio termina de sonar aquello de Adiós mi España querida.

1 comentario

Karmen_DRK -

...cuantas veces se habrá repetido esta historia?...

Una gran descripción, me ha traído numerosos recuerdos... aiss... En fin, un saludo.